La Universidad de Guayaquil celebró 153 años de su fundación al servicio de la cultura y de la capacitación y superación académica de varias generaciones de ecuatorianos, provenientes de las distintas regiones del país.

Con motivo de este gran acontecimiento se inauguró la Plaza Cívica de la Universidad de Guayaquil, debido a la brillante iniciativa de las autoridades actuales de la ‘alma mater’ guayaquileña, y de manera especial de su rector, Dr. Roberto Passailaigue.

En este sitio emblemático se develizaron los bustos de seis maestros universitarios que a su paso por la universidad porteña dejaron su sapiencia y sobre todo las enseñanzas de cómo hay que enfrentarse en la vida, ya en el ejercicio profesional o ya en el diario vivir. Siempre inculcaron en sus discípulos sabias enseñanzas de ética y de honestidad, que son eternas, por más que el mundo varíe en otros aspectos.

Los bustos que se develizaron son los de los doctores Antonio Parra Velasco, Jorge Zavala Baquerizo, Nicolás Castro Benítez, Jorge Maldonado Renella, Teodoro Maldonado Carbo y Esteban Febres-Cordero Orbeto.

“El recuerdo es el único paraíso del que no nos pueden echar “. Por eso la Universidad de Guayaquil, junto con el recuerdo inmortal de estas preclaras figuras, nos entrega una gran lección a todos los ecuatorianos, para que sigamos los verdaderos valores que tiene la patria, en lugar de elevar la mediocridad a sitiales que no le corresponden.

Y por otra parte, es una gran lección para que la Universidad de Guayaquil vuelva a ser lo que siempre fue: guía y conductora de los destinos nacionales, antes que una institución al servicio de ideas superadas por la vida y por la historia.

Es indispensable destacar este acontecimiento de recordación porque en nuestros días se reconocen méritos a quienes ninguna representación o trascendencia tienen en la vida nacional. La Universidad de Guayaquil debe engalanar la Plaza Cívica con los bustos de otros valiosos maestros que, como los homenajeados, son orgullo y prez del Ecuador.