Columnas

¡Relajazo...!

"Enjuiciaos los unos a los otros, es la consigna. Los del CNE quieren enjuiciar a los del TCE y estos a aquellos"

El ‘impasse ‘que se ha producido en Ecuador entre el CNE y el TCE no tiene antecedentes en nuestro “paisito”, tan lleno de actitudes y procedimientos atípicos a los que estamos acostumbrados. Por eso es que compartimos el criterio de quien calificó este grave problema como un “relajazo”, es decir un “relajo” elevado a la décima potencia… Y es que nadie se explica el por qué y el para qué de este enredo.

“Enjuiciaos los unos a los otros”, es la consigna. Los del CNE quieren enjuiciar a los del TCE y estos a aquellos. Para “robustecer” sus argumentos acuden a la Corte Constitucional los unos, y los otros, a la Fiscalía General del Estado. Es decir, una verdadera “burundanga”, como diría la cantante cubana Celia Cruz.

El país se merece respeto, por mil razones. Es inconcebible que funcionarios de alta alcurnia que tienen en sus manos manejar y conducir honestamente y con transparencia el próximo evento electoral, brinden este espectáculo deprimente y tragicómico…

Se dice que uno de los objetivos de este enredo es el de postergar las elecciones, nadie sabe con qué fines, pero tal situación no puede producirse porque ni la Constitución ni el Código de la Democracia lo permiten.

No se sabe exactamente cuántos “salvadores de la patria” van a ser postulados. El tiempo para la impresión de las papeletas electorales se vence dentro de pocos días. No va a haber tiempo para que se lleven a cabo de manera coherente debates entre los candidatos, muchos de los cuales nada presentan como programas de gobierno; y otros, en cambio, ofrecen adefesios que demuestran su escasa cultura general, no digamos su cultura política. Esto sí que es lamentable.

Hay una orfandad de soluciones o de ofertas correctas para afrontar la grave situación económica, social, de salubridad, de seguridad personal y jurídica en el Ecuador. Mientras tanto, el proceso electoral está detenido y la incertidumbre reina en todos los sectores del país. Imperativo categórico es el de superar este “relajazo”, y mientras más rápido, mejor.