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Ecuador, ejemplo para Latinoamérica

Avatar del Byron López

"Un ejemplo para Latinoamérica, es la opinión de todos los que amamos y defendemos la democracia y las libertades. Lasso tiene un compromiso histórico"

Ecuador una vez más le dice al mundo que es un país habitado por personas amantes de la libertad en toda la extensión de la palabra. Ecuador no acepta ni permite a los que piensan llegar al poder para desde él enriquecerse por corrupción, ni a aquellos “salvadores” que le ofrezcan gobernar por treinta o cincuenta años. Ecuador no es Venezuela, ni Nicaragua, entre otros países de la región en donde el populismo que siembra el odio entre sus habitantes, que ofrece “milagros”, como aquel de “tenemos que recuperar el futuro”, que grita a todo pecho que un primer mandatario es jefe de todas las funciones del Estado y por eso mete las manos y las uñas en la justicia por ejemplo, es “golondrina de un solo verano”. La historia así nos lo dice. 14 años de prepotencia, de un hiperpersonalismo y de un hiperpresidencialismo sin nombre, de atentar desembozadamente contra la institucionalidad del país, fueron arrasados por el pueblo ecuatoriano el 11 de abril del 2021, cuando en ejercicio de su derecho al voto, mayoritariamente puso punto final a la demagogia correísta y eligió a Guillermo Lasso como su nuevo presidente.

Un ejemplo para Latinoamérica, es la opinión de todos los que amamos y defendemos la democracia y las libertades. Lasso tiene un compromiso histórico. Está obligado a gobernar con todos y para todos los ecuatorianos. Gobernar con la mente puesta en un Ecuador “de oportunidades”, como él mismo ha calificado, entre otros conceptos, a su próximo gobierno. Y nosotros, los hombres de a pie, estamos obligados a coadyuvar con su esfuerzo, con desprendimiento de aspirar a cargos públicos. Lasso ha entendido que diversos sectores de nuestra población votaron por él, sin ser de CREO ni del PSC, únicamente porque sus propuestas de gobierno recogen las aspiraciones de esos sectores. Gobernar no es tan fácil, pero tampoco es imposible cuando se lucha contra la corrupción y se la vence, y cuando se anhela entrar en la historia por la puerta ancha del triunfo.