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Análisis retrospectivo

Avatar del Byron López

"Ecuador carece de verdaderos partidos políticos que son, de conformidad con los politólogos..."

Las elecciones se efectuaron ayer. Los resultados serán motivo de largos y sesudos análisis. Por ahora queremos destacar aspectos de esta contienda que merecen ser reformados si es que en realidad aspiramos a que el sufragio sea un acto mediante el cual pueda llegarse a tener un mejor país. Una de esas reformas es al Código de la Democracia en lo que se refiere a partidos políticos. Ecuador carece de verdaderos partidos políticos que son, de conformidad con los politólogos, estructuras asentadas sobre ideologías para atraer adeptos que luchen por ellas y las difundan, además debe haber un líder y una organización nacionales. Como no los tenemos, se han estructurado movimientos políticos, que se organizan de la noche a la mañana con un “dueño”, que lo que aspira es lanzar de candidatos a ilustres desconocidos en el medio, y entonces el fracaso del sistema democrático es inevitable. Lo vimos en esta última campaña: 16 candidatos de los cuales do o tres eran medio conocidos. Los demás lo eran en sus casas. Esta proliferación de candidatos degenera la democracia y permite que los “salvadores” ofrezcan cosas inverosímiles y absurdas, en la creencia de que todos los ecuatorianos somos idiotas.

Paul Tabori es autor de una importante obra, Historia de la estupidez humana. En este libro deberían constar las ofertas “estúpidas”, las promesas y los que dizque para ellos son sus planes de gobierno, muchos vilmente copiados de Wikipedia. La proliferación de candidaturas, igualmente se debe a que el CNE, por así disponerlo la ley, debe entregar a los partidos y movimientos calificados el “fondo partidario”, una suma de dinero que es del pueblo, para que hagan su campaña electoral. Esta dádiva tan generosa, que la dieron no obstante la crisis en que nos encontramos, debe terminar, porque el Estado no tiene por qué ser mecenas de desconocidos, con el agravante de que los beneficiados a nadie le rinden cuentas del dinero que recibieron. Por otra parte, debe legislarse mejor en lo que se da por llamar “debates”. Los que se llevaron a cabo durante este último proceso electoral de debates nada tuvieron. Sirvieron fue para desnudar la “capacidad” de algunos de sus participantes o para que otros no participen porque “el miedo es libre…”.