¿Somos o nos hacemos?

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Mientras un ecuatoriano integra el equipo Mars en la NASA; nuestro Presidente, MSP y Mintel cargan en sus espaldas un fracaso tecnológico, que pudo evitarse, y que hoy pone en juego la vida y salud de los ecuatorianos

Los efectos devastadores de la Covid-19 han sido contundentes en nuestro país: sistemas de salud colapsados, corrupción galopante por donde se investigue, ineficacia del Estado frente a una pandemia que rebasó nuestras capacidades y que desnudó nuestra realidad; no estuvimos, no estamos y no se vislumbra que logremos estar preparados para responder a crisis de gran envergadura.

Un claro ejemplo de esta situación ha sido la indignación generada por el fracaso de la aplicación planvacunarse.ec que no logra aún habilitarse y que, para muchos, incluyéndome, es la gota que derrama el vaso de la incapacidad del Estado para el manejo de la pandemia.

Esto sinceramente me duele y me repugna. Recuerdo que, en los años 90 y 2000, Ecuador era reconocido por ser exportador de software hacia otros países de la región y hoy; mientras un ecuatoriano integra el equipo Mars en la NASA, mientras miles de compatriotas lideran exitosamente la transformación digital de grandes conglomerados, nuestro Presidente, MSP y Mintel se vanaglorian de un fracaso anunciado con la mentada aplicación.

Y es que, desde el punto de vista de proyectos de transformación digital, es injustificable el tratamiento que se le ha dado a este tema, esto por que a claras luces no se han seguido las buenas prácticas, entre ellas:

  1. Definir los objetivos que logrará cubrir la plataforma web: No hay evidencia de un levantamiento de información de necesidades, trazabilidad, objetivos, público al que se va a dirigir la aplicación, por que canales comunicacionales se va a socializar su uso.
  2. Definir los requerimientos de infraestructura para soportar tráfico, transaccionalidad generada y seguridad de la información: Aparentemente, el Mintel se hizo cargo, los mismos que orgullosos se jactaban del Ecuador Digital 2020, pregunto yo: ¿Alguien ha tenido la decencia de renunciar por esto?
  3. Diseñar el flujo de la información y el contenido mismo: ¿Hubo un estudio previo de quien podía hacerlo mejor? ¿Por qué no se contrató en modalidad 'software as a service' lo que hubiese ahorrado todas estas molestias a la ciudadanía?
  4. Hacer pruebas de funcionamiento, de usabilidad y sobre todo de seguridad de la información: Información en medios de comunicación indican que los diseñadores fueron requeridos hace muy poco y que entregaron la aplicación al Mintel en una semana. ¿Nadie considero en serio la necesidad de correr todas estas pruebas?
  5. Socialización adecuada del uso: ¿En serio nadie en el Gobierno ha participado en una campaña? No tienen idea de la importancia de comunicar adecuadamente los objetivos, la manera correcta de usar, lo que deben esperar, etc.

Por esto me pregunto: ¿Así somos como sociedad? ¿Somos tan incapaces? ¿Podemos hacerlo mejor? ¿Por qué no reaccionamos? ¿Así queremos que nos vean siempre?

Desde mi frontera digo basta: los invito a cuestionar, a confrontar desde nuestra cancha a la mediocridad y a plantar la semilla de la excelencia ya que es la única opción para salir adelante.