Beatriz Bencomo: Hilos invisibles

Nadie exige conexión diaria, pero todas saben que si escriben, alguien contesta
Cuando llegué al grupo de WhatsApp no lo llamaban comunidad. Era el chat de las madres del colegio Interamerican, donde mi hijo cursaba High School. Un colegio como una burbuja norteamericana: currículum de Virginia y calendario de California, rodeado de la tibieza de Guayaquil.
La mayoría eran familias nómadas. Llegaban con contratos de multinacionales o embajadas y luego partían. Pero mientras habitaban este presente provisorio, buscaban lo que toda madre necesita al aterrizar en tierra desconocida: médico confiable, supermercado manejable, un parque cercano.
Así empezó: un directorio práctico, una red de emergencias domésticas. Con los años se volvió algo más sutil y resistente. Una vez reuní a unas 25 en mi casa y dije: “Una red como esta no se improvisa. Hay que cuidarla. Porque cuando vives desarraigada, una respuesta en WhatsApp puede ser la diferencia entre la soledad y el sostén”.
Hoy ya no es de madres del Interamerican. Se llama Amigas Guayaquil. No todas son madres, ni del colegio, ni de Ecuador. Una de ellas es Waleska, venezolana, cuya hija nunca pisó esas aulas, pero que acompaña, recomienda, abraza con palabras. Ella encarna el nuevo espíritu: acoger a quien llega, aunque ya no haya uniforme que lo justifique.
Se integraron migrantes y mujeres que se quedaron tras divorcios o cambios de trabajo… Lo funcional se volvió afectivo, demostrando que toda organización social nace del cuidado mutuo.
Los temas brotan caóticos y reveladores: “¿Dónde venden huevo en botella?” “¿Alguien con motorizado?” Una pregunta inocente puede recordarte que no estás sola.
Eso son: hilos invisibles que se tejen mensaje a mensaje. Una arquitectura emocional que no requiere leyes, solo reciprocidad. Nadie exige conexión diaria, pero todas saben que si escriben, alguien contesta.
Estas 145 mujeres han creado una institución afectiva sin estatutos ni jerarquías. Mientras los políticos miden fuerzas en las calles, ellas tejen en silencio la verdadera infraestructura del país: la que sostiene a las familias cuando todo lo demás falla.
¿Por qué grupos como este redefinen la amistad moderna?
La conversación sigue en mis redes.