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¿Partidos con principios? Dónde que no los veo

Avatar del Alfonso Albán

Si la ley obliga a votar por un montón de desconocidos, que ni sus propios compañeros de lista los conocen, el voto nulo se vuelve la mejor opción

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, en una entrevista en el 2019, aseguró que el retorno del voto en plancha era la oportunidad para que los partidos políticos promuevan un voto por sus principios ideológicos. ¿Es en serio? “Principios ideológicos” y “partidos políticos” son como el agua y el aceite. No pueden estar juntos en una misma oración porque sencillamente son incompatibles.

Ecuador vive una crisis de partidos políticos. Eso ya se sabe. Y se ha hablado, en las páginas de este Diario, hasta la saciedad sobre aquello. Pero claro, los llamados a debatir y reformar la ley para solucionar esa crisis ni siquiera tocan el tema, porque no les conviene. Se sienten cómodos viviendo en esta ilusión de “partidos con principios ideológicos”, y la presidenta del CNE se dejó engatusar de este espejismo o puede que esté consciente del sinsentido de sus palabras y, pese a ello, las abraza como ciertas.

Sostener aquello es sencillamente desconocer al votante promedio ecuatoriano. Basta con observar los spots publicitarios en medios de comunicación y los videos en redes sociales para saber que lo que mueve al votante es el corazón. Por algo es que los estrategas de campaña siguen apelando al sentimiento de los votantes y no la razón. Por algo los mensajes de campaña siguen recurriendo a las fibras más sensibles del votante como el miedo o la esperanza y no a los principios ideológicos de los partidos.

Y ante ese panorama los votantes nos vamos a enfrentar el próximo 20 de agosto ante las listas de candidatos a la Asamblea Nacional con la opción de tachar solo un casillero. Si solo un candidato de la lista nos convence, estamos obligados a votar por el resto de desconocidos si queremos apoyar a ese uno, solo porque un grupo de legisladores pensó que eso iba a promover un sufragio por los “principios ideológicos” de los partidos.

Primero, señores dirigentes políticos, empiecen adoptando verdaderos principios y aplicándolos. Que no queden como letra muerta en sus reglamentos o actas de constitución. Luego, podemos debatir la promoción de un voto basado en principios.

Si la ley nos obliga a votar por un montón de desconocidos, que ni sus propios compañeros de lista los conocen, el voto nulo se vuelve la mejor opción.