Columnas

Corregir es enseñar

"Enseñar es avanzar entre aciertos y errores, entre correcciones y puntualizaciones"

Hace algunos días, la madre de un pequeño de tercero de básica me consultaba sobre si hacía bien en corregir a su hijo en el error cometido durante el desarrollo de una multiplicación. Lo hacía porque a su vez ella recordaba que en alguna ocasión les decíamos a los padres de familia que los errores que cometían los estudiantes en una tarea no debían ser modificados por sus padres, a fin de que el profesor cayese en cuenta del equívoco cometido y pudiera al día siguiente aclarar o retomar el asunto.

Como estamos en circunstancias diferentes, debemos tener claro que el aprendizaje del niño en casa no equivale a la resolución de un deber sino a la clase misma, y es claro que durante ella, si el profesor descubre un error, lo corrige de inmediato para que el aprendizaje sea válido y fructífero; por tanto, es indispensable que la corrección se realice y el alumno corrija el error o fallo.

Enseñar es avanzar entre aciertos y errores, entre correcciones y puntualizaciones, clarificándole al alumno los conceptos y los objetos a aprender para que lo cierto sea lo que se asimile y el error no se repita, multiplicándose en la memoria del estudiante. Así es que si usted descubre un error durante las clases sincrónicas o asincrónicas, tiene perfectamente licencia para intervenir y establecer la debida corrección. Al pequeño o al joven les quedará claro lo que debe ser aprendido, evitando así el error.

Distinta debe ser la actitud en la resolución de tareas, pues si el padre o tutor corrige el deber sin que el alumno lo comprenda, envía una equivocada señal al docente que asume y da por sentado que el tema fue suficientemente comprendido por el estudiante. El error en el deber debe regresar al profesor para que este caiga en cuenta de la situación y repita el tema o lo profundice.

Corregir por tanto en los momentos que vivimos, es parte del enseñar. Necesitamos que el alumno aprenda y aprenda bien, por ello no duden en hacerles caer en cuenta de la falla, en la necesidad de corregirlos y hacerles reflexionar sobre la resolución adecuada del problema o la composición.