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Abelardo García: Repitencia

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No busquemos solo cifras buenas, saltemos de la pedagogía a la educación, de la estadística a la formación

En estos últimos años, a los ecuatorianos se nos ha dado por trabajar con énfasis en la presentación de resultados; así, queremos solucionar los problemas desde las consecuencias, olvidándonos de las causas que los producen. Ante el embarazo no deseado, nos vamos por el aborto que elimina vidas y no atendemos la causa que la genera cuidando, preparando y protegiendo a nuestros adolescentes.

Igual en la política; nos desquicia el ‘camisetazo’ -consecuencia-, ignorando que este es resultado del enrolamiento a las listas de personajes que no coinciden con la ideología y no tienen trayectoria partidaria.

Esto mismo pasa en la educación, porque la repitencia -el hecho de que un estudiante vuelva a cursar el año lectivo- es el resultado, y desatendemos la causa que está en la calidad y modelo educativo que forjamos.

La necesidad de demostrar buenos números y una hermosa estadística hace que nos esforcemos por evitar la problemática real, que es saber entregar a los estudiantes la educación que requieren y necesitan para hacerse de conocimientos, valores y principios. Quedamos bien con el mundo, presentamos un lindo cuadro de promoción educativa pero nos engañamos, y engañamos a los propios niños y jóvenes, pues ciertamente esa promoción cayó del cielo y no la conquistaron, no la construyeron.

La repitencia no se da solo por falta de estudio, en ocasiones depende de fenómenos sociales y culturales que rondan a los niños y adolescentes, aniquilando sus deseos, voluntad y capacidad para el estudio, o entregándose a penosas adicciones o dependencia. Eso es cierto, pero no por ello debemos renunciar a la responsabilidad que tenemos los educadores de asumir como propio, como nuestro, el proceso de enseñanza-aprendizaje.

No busquemos solo cifras buenas, saltemos de la pedagogía a la educación, de la estadística a la formación y hagamos lo posible aplicando todos los correctivos a nuestra mano para facilitar el hecho de aprender, a fin de llegar a la mayoría; y para ello hemos de comenzar devolviéndole respetabilidad al proceso de aprender y corrigiendo el modelo educativo.