Vetustez del sistema penitenciario

El Estado, como responsable de los establecimientos de detención, es garante de los derechos de las PP

Las condiciones de criminalidad han variado y crecido, mas la gestión del sistema penitenciario es la misma, debilitada por malas políticas públicas. La delincuencia común tiene origen económico-social, en especial pospandemia, con disminución del empleo. No están delineadas las formas de crisis carcelaria ni la salida del complejo escenario y profundo problema humano. Aumento de pobreza, sobre todo en áreas rurales, indígenas, afrodescendientes y de bajo nivel educativo, han sido caldo de cultivo para que crezca la delincuencia y criminalidad. Desidia, desatención de anteriores gobiernos y falta de trato científico a la gestión penitenciaria: infraestructura, economía, educación, salud, trabajo, deportes, aplicación de normas internacionales sobre tratamiento de reclusos, como las Reglas Mínimas aprobadas por la ONU en 1955, que dan protección y garantías a los presos. Las cárceles antes estaban llenas de delincuentes sancionados por robos, hurtos, homicidios; hoy por tráfico de drogas, microtráfico y sicariato, con presencia de cárteles de Colombia, México y Venezuela. Es urgente invertir en el sector carcelario y cambiar los procedimientos arcaicos y vetustos de gestión, con participación de criminólogos, antropólogos, médicos, sociólogos, penalistas, psicólogos; rescatar la paz, trabajo, salud y reeducación, a fin de hacer efectiva la rehabilitación. El Estado, como responsable de los establecimientos de detención, es garante de los derechos de las PPL.

Dr. Franklin Salazar Savinovich