Solo unidos vamos a detener el contagio

Es necesario que el Gobierno endurezca medidas, antes de que los cientos de muertos sigan sumando.

El planeta entero pasa por momentos difíciles. El coronavirus no juega, mata y los daños colaterales con que amenaza a la humanidad son catastróficos.

Por desgracia, la terquedad de la gente pone en riesgo la supervivencia de todos los seres humanos. Bien se ha dicho que la estupidez humana es infinita y, en estos tiempos difíciles, parece que es más peligrosa que la propia pandemia.

Obediencia, disciplina y solidaridad son las medicinas más efectivas contra el coronavirus. Lamentablemente, la obediencia y la disciplina pronto se ha convertido en una imposición del Estado contra los insensatos que andan de un lado a otro poniendo en riesgo a sí mismos y a los demás.

Es necesario que el Gobierno endurezca medidas, antes de que los cientos de muertos sigan sumando.

Vencer al coronavirus no será una tarea fácil. El precio de esta guerra será muy alto. Sin embargo, la humanidad vencerá tarde o temprano, porque así ha sido a través de los tiempos.

Por otra parte, está la calamidad horrorosa que representa una inversión multimillonaria en la que muchos corruptos meterán sus uñas.

Se habla de que ya se ha desviado una buena parte de estos recursos destinados para combatir el mal y otros detenidos a tiempo como el último atraco que quisieron hacer en el IESS. Hoy necesitamos estar unidos para vencer este gran mal.

Debemos llamar a la conciencia de los insensatos para que no se conviertan en un peligro mortal para las mayorías. Y yo, desde estas cortas líneas, hago un llamado a los políticos y politiqueros mediocres para que sellen sus bocas y no lleven desaliento a la gente con sus estupideces.

Si se creen líderes, actúen como líderes y muestren sabiduría, justicia y empatía. Vivimos tiempos de terror. Ya basta de echar más leña al fuego. Unámonos, porque solo unidos vamos a detener el contagio y a salvar vidas.

Eco. Mario Vargas Ochoa