No suspender el ‘Quédate en casa’

Sería una tremenda irresponsabilidad suspender la prohibición de salir a la calle y el toque de queda en el país. Esto debe continuar indefinidamente, hasta que el Ministerio de Salud, después de hacer una exhaustiva investigación, logre detectar los focos de infección y hacer un cerco de protección y un censo de los infectados.

No importa si la cuarentena dura ocho meses o más, debe ser hasta que desaparezca el peligro y se descubran las vacunas contra el virus letal.

Creo que la suspensión debe ir de menos a más, comenzar por las ciudades que tienen menos contagiados e ir subiendo hasta dejar al final a Guayaquil, que ya es zona roja.

Sería un crimen que las empresas convoquen a sus empleados para que asistan a trabajar, por posibles contagios y un rebrote seguro, que, en el caso de Guayaquil, se convertiría en un cementerio, y así seguirían Quito y el resto.

Las empresas, multinacionales, bancos, etc., tienen suficiente respaldo económico y capitales flotantes, que les permitirán solventarse en un largo plazo.

Ellos van a dejar de ganar más, eso sí, pero lo pueden hacer con el trabajo online, sin exponer a sus colaboradores a que se contagien con la COVID-19 y llevar la muerte a cientos de hogares, como ya está sucediendo. No deben exponerlos como chivos expiatorios para sus afanes de lucro, recuerden que estamos en guerra bacteriológica. Ya es hora de que las empresas tengan corazón.

Igual sucede con la apertura de clases, estas se deben postergar, por lo que es mejor perder un año en la vida y no ofrendarla a cambio de un conocimiento y de la desgracia de las familias que ya no tendrían por quién luchar y vivir; ya vendrán tiempos mejores.

Abramos nuestro corazón a la realidad que estamos palpando y a la esperanza que Dios nos ofrece.

Myrna Jurado de Cobo