Soberanía, Fuerzas Armadas y democracia
Ahora aparecen narcocandidatos que responden a grupos con poder real, a veces evidente y a veces oculto
En 2004 el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo realizó una investigación en América Latina. El resultado se destacaba que 54,7 % de la población estudiada apoyaría un gobierno dictatorial si resolviera los problemas económicos y sociales. Nosotros tenemos una democracia representativa en la que se entiende que el pueblo manda a través de los representantes que ha elegido. Pero ahora aparecen narcocandidatos que responden a grupos con poder real, a veces evidente y a veces oculto, sin que ese poder tenga la menor simpatía por los intereses del pueblo y la democracia. Estos grupos poco a poco se están tomando alcaldías, prefecturas y otros cargos de representación. Así las cosas, en nuestra sociedad, existen el poder formal de las instituciones públicas, y el real, del tejido social y la calle. Hay cantones, en especial en Esmeraldas, Manabí y Los Ríos, donde prevalece el poder real manipulado y amenazante por la narcopolítica; una orden ejecutiva tiene menos fuerza y poder que la de un jefe narco. El Estado está perdiendo territorio, soberanía y democracia. La Constitución en su art. 158, dice: “Las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son instituciones de protección de los derechos, libertades y garantías de los ciudadanos. Las FF. AA. tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía y la integridad territorial”. Entonces movilizar a las FF. AA. contra estos grupos es perfectamente constitucional.
Dr. Franklin Salazar Savinovich