Reparación al Estado

En Ecuador, las historietas que se cuentan a diario son dignas de escribirlas en un libro para la posteridad como anecdóticas. Un exministro de Estado del más corrupto y nefasto gobierno que ha tenido este país (por 10 años) fue detenido y enjuiciado por haber recibido sobornos de la empresa brasileña Odebrecht que, según el expresidente de la década perdida fue “un acuerdo entre privados” por un millón de dólares. Una vez detenido cumplió parte de su condena en prisión y ahora libre, espera devolver lo que le corresponde reparar al Estado, según sentencia como parte de la reparación integral impuesta por la condena por lavado de activos, $ 666.000. Él pretende hacerlo con la entrega de un vehículo y el resto con sus conocimientos técnicos. En pocas palabras: el millón de dólares se lo gastó. Debe reparar en un 66,60 % de ese monto al Estado solo en bienes tangibles y pretende hacerlo con un activo fijo depreciado en el tiempo (un vehículo) y el resto en intangibles (pretende que el Estado lo contrate como asesor para algún proyecto). El tío de un exvicepresidente, preso por recibir sobornos de esa misma empresa brasileña, salió en libertad. Debe, asimismo reparar al Estado el valor de las coimas recibidas. Lo preocupante es que no existe escrita una ley que los obligue a devolver hasta el último centavo antes de salir de prisión; y si existen: hecha la ley hecha la trampa. Qué linda justicia tiene este país. Leyes hechas a la medida de todos los que lo saquearon.

Roberto Flores