Cartas de lectores

¿Recorte al presupuesto educativo o al progreso?

La educación se configura como la vía hacia el progreso, pero hoy han decidido decirle no al progreso. Como egresada de la Escuela Superior Politécnica del Litoral y habiendo cruzado por un satisfactorio proceso de educación superior, me es imperioso expresar mi profundo malestar sobre la inconstitucionalidad de reducir el presupuesto de la educación en Ecuador.

Las universidades públicas brindan oportunidades a sus estudiantes mediante el otorgamiento de becas nacionales e internacionales para coadyuvar a su fortalecimiento académico y profesional, becas con las que me identifico, puesto que como estudiante de la Espol pude ser beneficiaria de becas y subvenciones económicas que hasta el día de hoy han aportado a mi vida profesional.

Las que se me otorgaron fueron producto de mi esfuerzo y de que la universidad contaba con el presupuesto suficiente para brindarme esas oportunidades, a mí y a decenas de estudiantes, mismas becas que nos han abierto puertas profesionales en el campo nacional e internacional.

Además de que el recorte presupuestario aumenta el desempleo y reduce las oportunidades de estudiar; coerce la asignación de becas, porque los estudiantes que cursarán la universidad ya no podrán beneficiarse del mismo porcentaje de subvenciones, becas o ayudas económicas que las universidades pueden ofrecerles, simplemente porque ya no hay presupuesto. Evidentemente, el progreso de nuestro país se eclipsa por un equívoco manejo de gobierno.

El artículo 165, numeral 2, de la Constitución ecuatoriana determina que “Declarado el estado de excepción, la Presidenta o Presidente de la República podrá: Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto los correspondientes a salud y educación”. Y me surge una interrogante: un gabinete ministerial y un presidente ¿están por encima de la Constitución?

Respetado presidente, ¿qué pasó con sus consejeros al recomendarle aprobar colosal irrespeto al país?

Jazmín Quiñónez