Recordación y gratitud a los héroes del Cenepa

El 26 de enero de 1995 se dio inicio al último conflicto bélico entre Ecuador y Perú como consecuencia del problema limítrofe que ambas repúblicas mantenían pendiente de solución desde 1830. El escenario de este conflicto fue el Alto Cenepa, que desde entonces se convirtió en referente histórico relacionado con la causa de nuestra reivindicación territorial. 

En la gesta del Cenepa se evidenció el patriotismo y heroísmo de los soldados de nuestras gloriosas Fuerzas Armadas, heroísmo simpar que les fuera legado por los soldados de Tarqui, episodio de eterna recordación cívica acaecido el 27 de febrero de 1829, al igual que por los combatientes de la Batalla de Guayaquil, del 24 de septiembre de 1860; así como por los defensores de la patria que combatieron en Quebrada Seca, Carcavón, Panupali y Porotillos en los aciagos días de 1941; y en Paquisha, Mayaicu y Machinaza, en 1981. 

La defensa de nuestra heredad territorial fue ejecutada con alto valor de civismo y patriotismo, al punto que los soldados de nuestras Fuerzas Armadas ofrendaron sus vidas repeliendo los afanes imperialistas del ejército de nuestro vecino del Sur; el cual una vez más se atrevió a hollar el suelo patrio de quienes un día los libertaron. 

Veinticinco años han transcurrido desde la gesta del Cenepa y su recuerdo cada día se fortalece; al punto de que los ciudadanos, sin ningún tipo de diferenciación, exaltan permanentemente a quienes se constituyeron por su valioso aporte en la defensa de nuestro territorio, en verdaderos referentes de amor a la Patria, dignos de imitación hoy, mañana y siempre. Se torna necesario que a los Héroes del Cenepa que aún sobreviven se les conceda una pensión vitalicia para garantizarles una existencia digna; imperativo ineludible que se constituye en expresión de gratitud

Asimismo, es el momento oportuno para que el monumento dedicado a los Héroes del Cenepa, el cual se erigía en la ciudad de Quito, en el lugar donde se construyó el edificio de la malhadada Unasur, vuelva a ser levantado. Este monumento se constituye en llama inextinguible de eterna recordación para los Héroes del Cenepa.

Dr. Alberto Lucero Avilés