Aún quedan alegrías

Gratificante escuchar las sagradas notas del Himno Nacional y de sus similares

Vivir en una sociedad con dificultades transforma a sus miembros en personas desconfiadas, inconformes, evasoras de sus responsabilidades y, sobre todo, tristes. En el caso de la educación superior ecuatoriana la falta de pago a sus jubilados, designación de autoridades y personal por compromisos, desconocimiento de los títulos doctorados en tercer nivel o supresión de especialidades y diplomados por autoridades de un gobierno anterior, son parte de un viacrucis que amarga al sector universitario.

Pero, qué nos podía alegrar. Un ejemplo de ello fue la incorporación de 40 doctores peruanos efectuada en el salón de honor de la Universidad de Oriente, sede Cancún, México, en los primero días del mes que decurre.

¿Por qué la alegría? La satisfacción se debe a que el creador de la especialidad doctoral en Investigación Científica es un ecuatoriano, jubilado por la "alma mater" porteña, creador de Compas y, sobre todo, que dichos grados son reconocidos por varios países como Perú, Colombia, Panamá y México, mientras en el país de origen no se da paso pues la ley no lo permite.

Gratificante escuchar las sagradas notas del Himno Nacional y de sus similares de Perú y México, eso invita a pensar que en medio de los avatares aún quedan alegrías. 

Ricardo López González