Que se preocupen por la salubridad y el confort, no por los votos
Se supone que los municipios eligen sus alcaldes y los concejales son elegidos en los diferentes cantones con el objeto de mantener bien sus localidades y escuchar los pedidos del pueblo. Aparentemente esto no pasa en Salinas, primer balneario del país, en el cual desde hace muchos años no se ve ninguna clase de obra ni reparación en algunas de sus urbanizaciones. Por ejemplo, la ciudadela La Milina; pese a que existen muy buenas edificaciones, hasta propiedad horizontal, no tiene una sola calle pavimentada y se convierten en polvo en verano y lodazal en invierno. Después de tantos reclamos de sus habitantes, se está haciendo la canalización de aguas servidas, ya que aunque parezca mentira en todas las edificaciones usan pozos sépticos, los que a veces se rebosan y causan problemas a sus habitantes y a todo el sector. La canalización, por lógica, debe efectuarse antes de la pavimentación de las calles, ya que las tuberías quedan enterradas en la parte inferior de la capa de concreto. Los trabajos se están realizando con muy poco personal y a lentitud impresionante. No sabemos cuándo estarán terminadas, para recién pensar en la compactación de las calles de la urbanización. El actual concejo ,y los anteriores, siempre han tenido la idea de que son viviendas, la mayoría usadas solo en temporada y sus propietarios no dan votos en las elecciones. Que el Concejo cantonal se preocupe no de los votos sino de la salubridad y confort de sus habitantes.
Édgar Diminich M.