Pendientes de nuestros hijos
Cuando son chicos, usted es su guía, su referente, su timón. Luego, cuando crezcan, ya podrán andar solos por la vida.
Preocuparnos por lo que hacen nuestros hijos debe ser tarea de todos los días. Las situaciones de peligro a las que se ven expuestos no están determinadas por un acontecimiento en particular, sino que abarcan muchos escenarios que, como padres, sí estamos en condiciones de controlar. Sus estudios, las fiestas, las diversiones, los problemas por los que atraviesan (tristezas, desánimos, frustraciones), el uso adecuado del internet, los grupos que frecuentan, son entornos que nos permiten estar pendientes de nuestras hijas e hijos. Cuando son chicos, usted es su guía, su referente, su timón. Luego, cuando crezcan, ya podrán andar solos por la vida. Disfrútelos, acompáñelos.
Mario Monteverde Rodríguez