El tiempo paralizó el tren

Encender el ferrocarril es participar en los sueños e ilusiones de todo un país”...

Entre 2007-2008 se rehabilitó a medias la red ferroviaria entre Durán y Quito. Creímos que volveríamos a tener un tránsito ferroviario ágil, expedito y permanente. Así, el 7 de abril de 2008 el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural declaró al ferrocarril Monumento Civil y Patrimonio Histórico y Símbolo del Estado. No se debió vender, rematar ni ofertar por ser recuerdo e identidad. No puede desaparecer. Lenín, con el decreto 1057 pretendió liquidarlo. Dejó en el desempleo a sus trabajadores y significó el cierre de pequeños comercios vinculados al turismo. Hoy existen planes para poner en marcha de un tren multipropósito (pasajeros-carga-turismo). Hay que aprovechar, según boletín de prensa del 27/09/2021, una propuesta de la Reliance Rail International al presidente Lasso, organización norteamericana con vasta experiencia en 5 continentes, en construcciones, operatividad y mantenimiento de vías férreas y ferrocarriles, que conectaría puertos marítimos, con puentes, aeropuertos, en 12 provincias y más de 26 cantones. Generará más de 38.000 empleos durante los 5 años de construcción. El costo para el Estado será de 0 dólares. Los ecuatorianos estamos esperando la respuesta a la oferta, del presidente Lasso y del ministro de Turismo, Niels Olsen, y que se cumplan las palabras: “convertiremos al turismo en motor de desarrollo, a través de una gestión sostenible. Encender el ferrocarril es participar en los sueños e ilusiones de todo un país”.

Lic. Robespierre Rivas Ronquillo