Los mayores de 60, la red de salud y pacientes con comorbilidades y más de 6 meses de haber recibido la segunda dosis eran prioridad para la tercera dosis de refuerzo, mas no los menores de 11. Para los niños, previo consenso de pediatras, salubristas e epidemiólogos, el proceso debería haberse iniciado en enero de 2022, hasta tanto se hubiese reunido más evidencia científica, como están haciendo la UE y EE. UU. También hay que considerar que los menores de 10 años, que son el 9,7 % de nuestra población, difícilmente se complican y solo 1 por cada 5.000 puede desarrollar un SIM pos-COVID, que si es tratado debidamente y a tiempo tiene un bajísimo índice de mortalidad. Lo más importante era rodearlos de un entorno social/familiar epidemiológicamente seguro, manteniendo el ritmo de vacunación hasta lograr la inmunidad grupal, vacunando a 14,2 millones de ecuatorianos hasta antes del 31 de diciembre. Ante la presencia de la variante Delta se insiste en: mantener indefinidamente las medidas de bioseguridad; clases presenciales a partir de abril de 2022, excepto el nivel superior; movilidad limitada a playas/sitios turísticos durante feriados y fines de semana, a través de la modalidad pico y placa. A propósito, por razones de pandemia, inseguridad y accidentes de tránsito, sugerimos a la ciudadanía quedarse en casa en el próximo feriado. Prohibir fiestas, relajo y reuniones grupales los fines de semana hasta el 1 de enero de 2022. Aforo limitado: 50% para transporte público y locales abiertos. 30 % para locales cerrados, asimismo hasta el 1 de enero.