Oferta ridícula y demagógica

Resulta poco menos que ridícula y demagógica la oferta de un candidato a la Presidencia: “va a entregar $ 1.000 a un millón de familias ecuatorianas en la primera semana de gobierno” (en caso de ganar las elecciones). Eso equivale a un mil millones de dólares. El banco que haga uso de esa prioridad de prestar estos recursos debe ser uno de los que está posicionado dentro del ‘ranking’ de los cinco primeros lugares, por capital, patrimonio técnico, total de activos, dentro de los índices financieros más importantes. El Estado no tiene los recursos para asumir esa responsabilidad, peor en la primera semana del nuevo gobierno. Dentro de ese millón de familias alguien debe asumir la responsabilidad de ser el deudor y también saldrá de allí el garante, ambos deben ser buenos sujetos de crédito y que estén laborando. El candidato no señala plazos ni tasa de interés activa que por obligación el banco debe poner y la logística operativa de cómo atender a ese millón de personas por hogar, las visitas a efectuar para saber que fue bien empleado el dinero, porque a fin de cuentas alguien deberá responder por la cartera vencida que esto va a ocasionar. ¡Qué fácil es decir las cosas! Otra es saber cómo se van a hacer. Otro teórico que quiere ser presidente. Conciudadano: medite bien su voto.  

Roberto Flores