La normalización de la estupidez

Es desconcertante que a vista y paciencia de quienes conformamos las “generaciones anteriores”, el mundo abra los brazos sin Dios ni ley, a prácticas aberrantes y a endiosar realidades que hace mucho tiempo no han hecho más que acelerar procesos de decadencia en la humanidad.

Es irónico que cuando más información está a nuestro alcance, sea cuando menos la utilizamos para edificar.

La democratización de la información es un concepto que ha escudado que cada vez sean más las barbaridades que se promueven sin trabas ni filtros en tiempo récord.

En un mundo donde decenas de miles se reúnen a aplaudir a un criminal que cree que su capricho vale más que la vida de otros, donde cualquier youtuber cree que parte de su “llamado” es exponer el cadáver de un suicida, y donde payasos como el estafador de Tinder son celebridades por que sí, debemos cuestionarnos quiénes los ponen en esos tronos, qué nuevo sistema de “principios” es el que se está forjando y si aún es posible revertir esta ola donde la manera de concebir la vida y el bienestar parece estar muy desvinculada del mundo real y de lo que nos hace humanos.

Nuestros jóvenes deberán luchar contra corriente todo el tiempo para no llamar a lo bueno malo y a lo malo bueno.

Paula Pettinelli