Es terrible esta pandemia que ha logrado poner de rodillas al mundo. Sin embargo, existe mucho positivismo de la gente que desde su claustro observa y confía en la recuperación de nuestro planeta.

Olvidando nuestro estado de ánimo, hay que hacer pausa y condolernos por aquellas vidas perdidas y de las personas que están padeciendo en carne propia este mal. Esto se ha convertido en una guerra contra un enemigo invisible y al cual no se puede culpar.

Se debe comenzar a crear comités nacionales e internacionales voluntarios para investigar al causante de tal catástrofe y, aunque no se podrá recuperar las vidas, sí se puede castigar económicamente al o los responsables de este atentado mundial.

Carlos Cavezas Paz