La agricultura, sector en que trabaja la mayoría de mujeres de zonas rurales, es el más perjudicado por efectos del cambio climático. Las mujeres constituyen la mayor parte de personas pobres del mundo y dependen desproporcionadamente de recursos naturales escasos, lo que hace que sean particularmente vulnerables a cambios en condiciones climáticas y desastres naturales. Según un estudio de NN. UU,. en 2016 el 80 % de personas desplazadas por el cambio climático eran mujeres. Los fenómenos catastróficos ocasionan más muertes de mujeres que de hombres. En países con mayor nivel de igualdad socioeconómica entre géneros, la disparidad es mucho menor.