Momento de mirar a los ojos los graves problemas que padecemos

El país ha observado cómo han surgido grupos para organizar y dirigir protestas invocando como la representación del pueblo. No podemos tolerar que se llame a la sedición sin consecuencia. Si en medio de una grave crisis económica, de inseguridad y de salud se nos desordena el país, reencauzar la institucionalidad y el orden va a ser tarea de titanes para el Gobiern. Si se tolera el desorden, bloqueos y protestas violentas que afecten los derechos de la mayoría y los intereses de la nación, estos van a aumentar y causarán estragos en la población, en nuestra escuálida economía y en nuestra resquebrajada institucionalidad. Lo que estos grupos de protestantes solicitan es difuso. Convocar y dirigir un desborde social a título de representar al pueblo cerrando vías y carreteras es un delito y muy grave, pues nos involucra a todos; las víctimas son la institucionalidad y todos los ecuatorianos. En desesperación, muchas personas inmersas en pobreza, hambre, desempleo y angustia podrían sumarse a protestas de este tipo. Hoy más que nunca se debería construir soluciones entre todos, mantener la calma y una disposición firme de cuidar nuestra frágil democracia e institucionalidad. Intentar romper la paz con la institucionalidad y hacer añicos el orden público y lo que queda de nuestra devastada economía no genera ninguna solución. Debemos entre todos encontrar soluciones, deteniendo cualquier esfuerzo por alcanzar notoriedad o por cálculos políticos, desbordando pasiones y generando violencia. Que la conciencia colectiva y el compromiso de nuestros gobernantes esté a favor de los cambios que requiere la patria.

Ec. Mario Vargas Ochoa