Cartas de lectores

Último miércoles de abril, Día Mundial sin ruido

Ruido es un sonido o sonidos sin armonía ni ritmo, o “música” a más de 70 dB, dañino para la salud y el ambiente. El uso y abuso de parlantes, el tráfico, aviación, turismo, comercio, industria, fiestas, etc., son fuentes permanente de ruido. En Ecuador casi todas las ciudades, cantones parroquias, playas, sitios turísticos, etc., están intoxicados permanentemente por ruido, a vista y paciencia de indolentes e inoperantes autoridades. Los reclamos son a diario, sobre todo los fines de semana, dando lugar a incidentes, vejámenes, hechos violentos y agresiones. En 1996 se inició una campaña global auspiciada por el Centro de Audición y Comunicación, con aval de la OMS para crear conciencia sobre los efectos negativos del ruido, buscando bajar sus niveles; no deben superar los permitidos por la OMS: 65 dB en el día y 55 en la noche. El ruido produce trauma acústico, pérdida total o parcial de la audición por sonidos fuertes (petardos, cláxones) cerca del oído, o por exposiciones repetidas a él. Cuanto más fuerte, menor el tiempo que tarda en producirse el trauma. Igual riesgo se corre ante una exposición prolongada de 70 dB o más, en especial si no se usa protección, pues no hay suficiente tiempo para que los oídos descansen entre las exposiciones; la OMS, también lo cataloga como violencia y agresión. Trastornos digestivos, afecciones cardiovasculares, problemas cognitivos. Podría estar asociado con obesidad, diabetes, alcoholismo y adicciones. Produce socioacusia, cefalea, alteraciones nerviosas, derrames, jaqueca, estrés oxidativo, alteraciones del sueño, atención y aprendizaje. Aumento de secreciones hormonales (tiroides/suprarrenales), disfunción sexual, muerte súbita, etc. Hemos hecho llegar a la Asamblea un anteproyecto de Ley contra el ruido.

Dr. Francisco Plaza B.