Poco inteligentes

O una constitución que iba a durar 300 años y que luego ellos mismos atropellaron

Imbécil es un adjetivo para indicar personas que poseen poca inteligencia (habilidad para manejar y aplicar conocimientos), entonces incorporamos al concepto el de ignorancia. También se refiere a tonto, menso, estúpido y necio, entre otros. En consecuencia, llamar tonto o imbécil a alguien es equivalente, aunque uno suene más ofensivo que otro. Hemos visto manifestaciones de políticos que encajan en estas definiciones: unos no alcanzar a ver las consecuencias de sus actos, como un asambleísta que asiste a una fiesta con un prófugo de la justicia y luego con desparpajo justifica su asistencia como un acto social debido al parentesco de su novia con el delincuente. O el expresidente atolondrado que justificar al asambleísta y luego se justifica porque “no sabía que el anfitrión tenía orden de prisión”. Y la principal dirigente del partido del asambleísta que aparece en una fotografía con el mismo delincuente: ¿coincidencia o relación grupal? El mismo expresidente aparece en otra foto con un delincuente recientemente detenido, ¿coincidencia o relación? Estas “coincidencias” demuestran poca inteligencia: no prever consecuencias de acciones como: abrir el territorio ecuatoriano indiscriminadamente y sin control a cualquiera, a pretexto de “ciudadanía universal”. O hacer contratos con escasez de conocimientos y nula supervisión técnica, que derivan en problemas como Coca Codo Sinclair, Refinería del Pacífico, planta de gas de Bajo Alto y muelle y tanques de Monteverde, o el invento infantil del Cpccs, que solo sirve de instrumento al poder. O una constitución que iba a durar 300 años y que luego ellos mismos atropellaron.

Ing. José M. Jalil Haas