Decirle a una persona que es ignorante no es un insulto, porque constituye una realidad; todos ignoramos algún espacio del conocimiento, por consiguiente no existen todólogos.

Sócrates indicaba que “sabio es quien sabe que no sabe, mas no quien dice saber e ignora hasta su propia ignorancia”. Este extraordinario pensador griego consideraba que nadie puede llegar al total conocimiento por lo que cuando aprendía algo nuevo se daba cuenta de que se ampliaba o engrandecía su desconocimiento por la verdad. La frase que utilizaba para burlarse de los sofistas era: “solo sé que nada sé”.

Definitivamente las personas son analfabetas en cierta parte del conocimiento, incluso existe un conocimiento vulgar que lo tienen todas las personas en general, pero existe conocimiento científico que se basa en la investigación, comprobación, y demostración, por lo cual se acerca a la verdad.

Nadie puede llegar a conocer el inicio o el final de lo macro (lo más grande) ni lo más micro (lo más pequeño) porque la materia no tiene principio ni fin.

Está comprobado que todo cambia, todo fluye, nada queda como está, nada queda como es. Todo será diferente.

Ricardo Ordóñez