¡Hermoso sueño!

Rafael Guerrero y Armando Romero observaban demasiada corrupción en Ecuador. San Pedro los delegó a relatar la vida de honestos en la gloria y corruptos en el infierno.

Asambleístas, unánimemente, reformaron la Constitución, aprobando que los corruptos devuelvan dineros con interés o bienes mal adquiridos, más 25 años de cárcel. Dios en la Constitución, sueldo tope $3.000, 71 asambleístas destituidos al mes por malos servidores, cero pensiones vitalicias. Reabrieron colegios y centros de investigaciones agropecuarias, institutos normales y escuelitas rurales. Derogaron la tabla libre de consumo de drogas y prueba Ser Bachiller; por carnés de discapacidad hubo sancionados al mes. Paseábamos a pie: sin atraco, violación, sicariato, secuestros, drogas. Colegios y universidades implementaron la Honestidad como primera cátedra. Funcionarios rendían examen de la misma, escrito y práctico, más prueba de polígrafo dirigida por robots, reprobados con fotos publicadas en los medios, más cárcel y jamás cargos públicos. En elecciones dos partidos políticos. En escuelas y colegios, padres y alumnos evaluados sobre el Manual de Carreño. Muerte para asesinos y cómplices, violadores castrados. En cárceles desaparecieron motines, jefes de bandas; exigido estudiar y graduarse profesionalmente o aprender un oficio, pagando alimentación. Cero dinero para políticos, un asambleísta calificado por provincia, funcionarios sin asesor. Eliminado el coronavirus al mes. Diana Salazar en funciones hasta fenecer, un Edén mi Ecuador capitalista. Otros países copiaron estas leyes. Barcelona: cero deudas, campeón nacional y de la Libertadores. ¡Qué belleza!

Gritan: ¡panadeeerooo! Despierto. ¡Coraje! ¡Hermoso sueño! Acariciando mis nietos, sollozo. ¿Cuál será su futuro? ¿Con pandemia, corrupción, endeudamiento? Imploro a Dios por ellos y la humanidad. Con Dios salimos de esta, haciendo el bien.

Alfredo Vera Nieves