Él nos habla despacito

El Señor nos habla despacito, casi susurrándonos

El Señor nos habla despacito, casi susurrándonos... Siempre nos tiene en su pensamiento; quiere que todos nos salvemos, vernos en el Cielo. Podemos leer lo que ha dicho en la Sagrada Escritura, pero también lo escuchamos en el silencio de la oración, en la tranquilidad de un momento; Él nos busca para transmitirnos lo que nos conviene hacer, siempre respetando nuestra libertad. Va elaborando frases que nos lleguen al corazón. No se cansa ni se disgusta si no le hacemos caso. No se arrepiente de habernos dado oportunidades. No se rinde. No quiere imponernos su voluntad. Quiere que la aceptemos, si estamos de acuerdo... Por eso nos habla despacito, al interior de nuestro ser.

Mario Monteverde Rodríguez