Guayaquil, ciudad fantasma

Al sicario solo le falta un carné para poder ingresar a cometer delitos; se mofa de la autoridad

Guayaquil secuestrada y atemorizada por tanta delincuencia. Balas a diestra y siniestra: frustración, inseguridad y acudir al Rosario. Guerra entre bandas de narcotráfico, sicariatos; el sistema carcelario con voz y voto ordena ejecuciones vandálicas; Fiscalía sin sustento judicial: si no hay flagrancia no hay delito. Hay que establecer políticas públicas con reforma al sistema judicial. La Policía ejerce su labor pero es una decepción su fruto. La consulta popular debe ser urgente para reformar leyes sancionadoras y castigadoras. Vivimos sin libertad, ni recreación, con dos virus: pandemia y delincuencia. Al sicario solo le falta un carné para poder ingresar a cometer delitos; se mofa de la autoridad.

Javier Valarezo Serrano