Está claro que las gestiones realizadas por las autoridades responsables de solucionar los problemas generados por la pandemia se las desarrolló tardíamente en cada caso, porque no se sabía de algo igual, aquí y en el mundo.

Transcurrido el tiempo, somos espectadores de las vicisitudes que soporta la población porque no se resuelven sus inconvenientes con la agilidad requerida; a esto se deben agregar problemas económicos, ahora y a futuro, porque no es posible trabajar.

Vale utilizar el tiempo en crear algún plan económico y social que permita recuperarnos después de esta debacle creada por este mortal virus, porque realmente con esta paralización de actividades comerciales y de esfuerzo de la gente acostumbrada a trabajar y que no puede hacerlo, el país quedará en serias dificultades económicas.

Las autoridades, los empresarios, todos con un objetivo de recuperación, pro-reingeniería a métodos actuales, pensando siempre en el país con intervención de profesionales trabajando interdisciplinariamente, deben ponerse de acuerdo, primero aisladamente en sus casas, porque no es factible reunirse ahora, en procura de un plan internacional bien estructurado.

Será un plan emblemático, similar al Marshall, creado por Estados Unidos en 1947 para evitar la insolvencia europea después de la segunda guerra mundial, que hubiera traído terribles consecuencias a la economía de los países europeos y norteamericanos.

Los beneficios fueron cuantiosos después de realizar reingeniería a sus métodos, que hasta esos momentos existían, logrando que la industria y la economía de los países participantes prospere logrando superar los niveles que se tenían antes de la guerra.

Vale, entonces, trabajar con tiempo, porque los amigos del caos publican mentiras disfrazadas como verdades que producen desconcierto en la población que, al no tener dinero, se enfermará.

Arq. Rodolfo López Osorio