Frente a las ofertas individualistas y deshumanizadoras

En cualquier caso, resulta descorazonador ver que tragedias que se pueden evitar no se hagan, y permanezcamos impasibles ante realidades tan ilícitas como desesperantes

Realmente, toda la vida es un vaivén de situaciones diversas, ¿por qué sobrecogernos? Nuestra misión es el discernimiento, pero también la lucha, con sentido comunitario, en favor de un mundo reencontrado y más equitativo. Nuestra mayor batalla ha de ser cuidar las raíces, ese punto especial que nos activa el interior, mediante un espíritu conciliador que nos compromete a extender la mano y nos permite desarrollarnos y responder a los nuevos desafíos, con la esperanza puesta en solidarizarnos como familia humana. Esta es la clave, porque de las fuentes fusionadas siempre germina la ilusión del valor y de las acciones valientes surgen los horizontes, en íntimo despliegue con el entorno natural que siempre nos abre paso al sueño de la innovación. Renovarse o morir. Tampoco hay que desfallecer por nada, hay que pelear por ese espacio de vida que a todos nos corresponde fortalecer y universalizar. Todo depende de nuestros comportamientos personales. Quizás tengamos que vernos desde otra perspectiva más certera y clemente. Estoy convencido de que únicamente así podremos superar las continuas adversidades que oscurecen nuestro camino. En cualquier caso, resulta descorazonador ver que tragedias que se pueden evitar no se hagan, y permanezcamos impasibles ante realidades tan ilícitas como desesperantes.

Víctor Corcoba