Cartas de lectores

Otra factura que la volveremos a pagar todos nosotros

Cuando una persona natural requiere de un préstamo quirografario y/o hipotecario, acude a una entidad financiera (persona jurídica) y, dependiendo de la capacidad de pago y la presentación de una serie de requisitos y documentos, esta procede a aprobar el correspondiente crédito siempre y cuando el cliente presente garantías reales, tangibles y de fácil conversión que puede ser el mismo bien materia del crédito (compra de vehículos y/o casas).

El departamento legal de esa entidad financiera tiene un papel importante en la revisión de estas garantías, en el evento de no pago y hacer los correspondientes seguimientos de que el crédito fue utilizado para los fines que fue solicitado. Si no, la obligación se puede declarar de plazo vencido si el cliente utilizó los fondos en otra actividad diferente por la cual solicitó el crédito.

En un reglamento promulgado y publicado en el Registro Oficial apenas 6 días antes de que dejara el poder, el 18 de mayo de 2017, el expresidente Rafael Correa permite que el Estado asuma el desbalance de las cuentas del ISSPOL. El artículo 69 de ese Reglamento puede ser utilizado por el ISSPOL para solventar las pérdidas que registra, luego de que sus fondos fueran utilizados en inversiones bursátiles fallidas, calculadas en al menos $ 532 millones. La conclusión que deja este ejercicio financiero es que las autoridades de control del nefasto y corrupto gobierno anterior, sabían y conocían lo que estaba pasando. Por ello, es importante preguntar: ¿Y las autoridades de control? ¿Los auditores internos y externos en sus procesos de revisión? ¿Los departamentos legales en la revisión de las garantías reales presentadas? ¿Todos sabían y conocían qué se podía hacer y qué no en materia de negociación y colocación? Nuevamente el riesgo país, producto de esta situación, como es lógico, volverá a subir. Y nos preguntamos: ¿Qué culpa tenemos nosotros los ecuatorianos de lo que está pasando? Señores, esta factura la volveremos a pagar todos nosotros.

Roberto Flores