Días atrás se publicó la impactante noticia de que, por motivos de salud, el gran actor Alain Delon había solicitado la eutanasia, lo que seguramente llegue a cumplirse por la holgada situación económica de estas relevantes figuras: están en capacidad de afrontar elevados costos para satisfacer sus deseos y extravagancias. Este tema controversial ha concitado enorme interés en el público, abriéndose especulaciones y debates a través de los cuales se ha podido detectar que una visible mayoría manifiesta estar de acuerdo con esta práctica que hoy en día está vigente en muy pocos países; por ello los costos resultan ser onerosos. Pese a lo controversial, mucha gente coincide en afirmar que este es un derecho que a todos nos asiste, aduciendo, además, que a nadie le gusta que por diversas razones y circunstancias los seres humanos tengamos que sufrir y hacer sufrir a todos los miembros de la familia. Por tanto, esta palpitante inquietud debería ser analizada concienzudamente y, de ser posible, incluida en un referéndum o plebiscito para que, bajo su aprobación y responsabilidad, pueda ser aplicada en todos los países del mundo. Eso implicaría una rebaja sustancial de costos y un beneficio económico para el Estado, habida cuenta de que este egreso sería menor que el de mantener a un enfermo terminal o a un minusválido por los años que le quedan de vida. Este es un derecho universal y humano; de ser aplicado, posiblemente se reduciría el alarmante número de suicidios.

Fabiola Carrera Alemán