Estamos viviendo un mundo de indefensión total: rompimientos de las leyes, podredumbre de la Asamblea, mala imagen de la ocupación de cargos públicos, firma de contratos sin garantía, por lo cual los contratantes reciben jugosas cantidades de dinero por otorgarlos, sin importar el daño al país y a sus habitantes que desde 15 años atrás viven en sufrimiento por la mala manera en que se usan los cargos públicos, con la seguridad de que jueces, Fiscalía o entidades que pertenecen hacen de la vista gorda y no se dice nada al respecto. Se puede hacer cualquier negociado con los bienes del país con el permiso del gobierno de turno; si este termina, simplemente suben a un avión y gozan de lo adquirido de ese modo en otra parte del planeta, sin extradición o sin poder ser arrestados por nuestra justicia igualmente corrompida; tras un corto plazo en la cárcel con todas las comodidades de hotel 5 estrellas, consiguen algún jurista que le consiga la libertad para poder hacer uso de los bienes ilegalmente adquiridos.

La pobreza y falta de carácter de un gobierno que no tiene suficientes deseos de corregir los daños causados, si no simplemente “gobernar”, dejará pasar los años para entregar un país peor del que recibió y tener un nuevo postulante que ofrecerá todo el oro del mundo, recibiendo los votos de los ecuatorianos. Nos estamos acostumbrando a vivir con temor ante tanta inseguridad y sin poder ver la luz, como creíamos haberlo conseguido.

Ing. Édgar Diminich M.