Esta aspiración es viable en las circunstancias y tesitura histórica que atravesamos. Presidente Lasso, lidere realmente una gran alianza nacional que nos una a todos, a fin de salir de esta grave crisis económica y sanitaria, y convertir el llanto y dolor en satisfacción, y el costo de la pandemia en una nueva oportunidad de superación y paz social. Una gran alianza para el fortalecimiento de un Estado eficiente y respetuoso de la libertad, la propiedad y el funcionamiento de mercados competitivos y abiertos, para atraer inversión nacional y extranjera, conocimiento e innovación capaces de disminuir el desempleo y crear prosperidad; sí se cuenta con el apoyo de organismos internacionales. Un diálogo transparente y bien coordinado transformaría las condiciones productivas y sociales del país, lograría que los habitantes se desarrollen, dándoles empleos dignos sin verse forzados a abandonar la patria, y sin caer en las garras de la delincuencia y el crimen organizado. El momento también es oportuno y adecuado dada la alta aceptación popular que mantienen el presidente Lasso y su gobierno, principalmente por el éxito logrado en vacunar a más de nueve millones de ecuatorianos, que le servirá para buscar una solución integral a los graves problemas que padecemos. Llamar a un gran diálogo nacional es tarea compleja y se corre el riesgo de fracasar, pero es una oportunidad que no se debe dejar pasar. ¡Ecuador requiere un plan de desarrollo social ilusionante e inclusivo!

Ec. Mario Vargas Ochoa