O él, o todos

Nuestra única esperanza es la que ha indicado un famoso psiquiatra que lo ha estudiado durante más de una década: que, en defensa propia y de los demás, alguien termine con quien amenaza eliminarnos a todos

Un loco genocida, que ha provocado la muerte de docenas de miles de sus compatriotas y de otros tantos en su vecina Ucrania, nos amenaza, cada día con más crudeza y autoconvicción, con declarar la tercera guerra mundial, la definitiva, la nuclear.

No se trata ya de él o nosotros, sino de todos, porque por mucho que ese cobarde intente salvarse él solo, escondiéndose en un refugio siberiano; es de necios no comprender que en ese caso muy pronto acabaría pereciendo también él.

Excepto por un ya tan poco probable rasgo de cordura que le haga renunciar a sus repetidas amenazas y lo salve tanto a él como a nosotros.

Nuestra única esperanza es la que ha indicado un famoso psiquiatra que lo ha estudiado durante más de una década: que, en defensa propia y de los demás, alguien termine con quien amenaza eliminarnos a todos; tras lo que deberíamos de inmediato -según se ha tratado ya demasiadas veces en vano-, destruir por fin todas esas armas eliminadoras de nuestra especie.

Dr. Martín Sagrera Capdevila