Un Estado débil

En 1978, tras siete años de dictadura militar, se convocó a un referendo para elegir entre la Constitución de 1945 y la de 1978

La base en que se fundamenta una nación es tener un Estado fuerte, aunque no perfecto. Nuestro Estado es completamente político y sus derroteros y las acciones que se toman llevan a tener una nación muchas veces sin rumbo. Hemos tenido y perdido oportunidades ante eventos muy importantes. En 1978, tras siete años de dictadura militar, se convocó a un referendo para elegir entre la Constitución de 1945 y la de 1978. Lo sustancial de esto es que se cambió sistema bicameral por unicameral. Y desde aquel entonces los diputados-senadores se llamarían representantes, congresistas, asambleístas, comenzando el Estado político que tenemos hasta ahora y que ha fomentado y permitido la aparición de caudillos populistas que se han servido y servirán de la debilidad y ceguera política de nuestra nación; y por ende fortalecen un Estado débil. Las naciones se hacen grandes cuando sus instituciones y habitantes respetan las leyes. Las elecciones exprés serán un abreboca para 2025, donde aparecerán estos a quienes nos hemos referido. Más que seguro, terminaremos debilitados. El conocido Gral. MacArthur, héroe de la II Guerra Mundial y conocido por su frase: “me voy, pero volveré”, expresó solemnemente en la firma del tratado de rendición japonesa (02/09/1945) en el buque USS Missouri: “Oremos todos para que se restaure la paz y para que Dios la conserve para siempre...”. Hagamos también nosotros un esfuerzo para tener un Estado fuerte y lograr una nación próspera, respetuosa y segura.

Guillermo Martínez Tubay