Crece la insatisfacción

Paralela al caos económico y social provocado, persiste una grande y amarga verdad...

Quienes decidieron agarrar el poder absoluto hace más de una década, optaron -al estilo mafioso- por conocer primero el pensamiento del ciudadano común, su capacidad de reacción y protesta contra la injusticia, y su nivel de tolerancia para deglutir la mentira populista de la revolución ciudadana que ofrecía “el buen vivir”, que a la postre resultó un burdo fracaso que ha llevó al país entero a la debacle. Paralela al caos económico y social provocado, persiste una grande y amarga verdad: el sentimiento de insatisfacción en la mayoría y el repudio a los políticos y sus movimientos y partidos por haber sido también cómplices y/o causantes de la corrupción y retraso que azotan a la sociedad.

Leonardo Cueva