En la construcción de grandes soluciones está el futuro de la nación

A ello debería abocarse el Gobierno nacional y todas las instituciones con toda diligencia.

Ecuador tiene serios y graves problemas, así como un défícit fiscal notable. El país actualmente enfrenta una alta tasa de desempleo y grandes brechas en salud, educación, vivienda y seguridad. El crecimiento económico no va a la velocidad que todos quisiéramos. Más de la mitad de la economía es informal, por ende, no paga impuestos, no recauda IVA, no tiene trabajadores afiliados al IESS. La recaudación de impuestos es imperfecta y ciertas autoridades han señalado que con solo cobrar eficientemente la evasión tributaria bastaría para subsanar gran parte del déficit fiscal.

Ecuador desde hace 16 años creó un Estado grande y pesado que ahora es insostenible y requiere de una reforma racional, pronta y adecuada a las exigencias del presente y del futuro. Ya pasó la especulación sobre las elecciones, ahora tienen que comenzar a discutir y acordar soluciones a los problemas que aquejan a los ciudadanos. El país tiene la necesidad de una estrategia nacional congruente. Los problemas y las soluciones deben ser de lógicas y su aplicación conveniente para todos los ecuatorianos. Las discusiones públicas que no sean sobre la solución de los serios problemas serán solo cortinas de humo, distracciones sociales para ocultar y disimular la ausencia de estas.

Señores políticos, hay que meterle el pecho a los grandes problemas, utilizar todas las capacidades de análisis de soluciones. En la construcción de grandes soluciones está el futuro de la nación. En las discusiones vacías, en los insultos y descalificaciones nunca se encontrarán las soluciones.

No hay tiempo que perder para generar crecimiento económico y empleo, para reducir la proporción de la deuda pública, reformar el Estado y generar bienestar colectivo. La inseguridad, salud educación, pobreza, miseria y las desigualdades son de urgente atención. El país merece que todos seamos parte de las soluciones y que los problemas que a todos afectan sean resueltos. Se educa con el ejemplo, con la palabra, con proyectos y reformas. A ello debería abocarse el Gobierno nacional y todas las instituciones con toda diligencia.

¡Nuestra clase política en unidad, debe buscar el clima apropiado de concordia y colaboración intensa para buscar las soluciones necesarias!

Mario Vargas Ochoa