Cartas de lectores: ¡El tenis ecuatoriano se esta quedando sin ídolos!

La FET goza por méritos propios como una de las mejores organizaciones deportivas del país

Un hecho trascendental celebrará con mucha tristeza la Federación Ecuatoriana de Tenis, al cumplir 100 años de estar afiliada a la Federación Internacional de Tenis- ITF). Y debería prepararse para lo que ocurrió en 2021, cuando el deporte blanco estuvo entre los 18 mejores países del mundo que clasificaron para finales de Copa Davis, jugado en noviembre y diciembre en tres importantes ciudades europeas. 

Desafortunadamente en este país no valoran la historia: en nuestro territorio hay clubes con más de 100 años que luchan en la palestra tenística, como el Tungurahua Tenis Club, el Tenis Club de Guayaquil y el Tenis Club de Bahía de Caráquez. También debemos valorar las veces que Francisco Segura Cano fue tentado para que jure la bandera de EE. UU., tras haber sido campeón mundial en tres oportunidades, así como el único en patentizar el golpe con ambas manos. 

Otro triunfo que puso al Ecuador entre los mejores de este continente tiene partida de nacimiento en 1967, por lo que ya mismo se cumplen 57 años de la victoria que logramos frente a EE. UU. por la Copa Davis en Guayaquil, ganándole a un equipo que lideraba Arthur Ashe, con apenas 24 años de edad, y acompañado por Cliff Richey, segundo singlista; los doblistas Clark Graebner y Martín Riesson, y su capitán George Mckall. 

De los héroes de aquellas épocas memorables acaba de fallecer Eduardo Zuleta Candelario, quien junto con Miguel Olvera, Francisco Guzmán, Washington Suárez, Ricardo Ycaza y Raúl Viver, van quedando para el recuerdo. Y cosa igual está ocurriendo con los hermanos Lapentti, Emilio Gómez y Andrés Gómez Santos, ganador de Roland Garros, que van desapareciendo lentamente. Sin embargo, la dirigencia del tenis continúa en la porfía. 

Un gimnasio moderno acaba de ser inaugurado con todos los elementos necesarios para niños y jóvenes, en su mayoría becados. La FET goza por méritos propios como una de las mejores organizaciones deportivas del país, con apoyo de la empresa privada y el respaldo voluntario de miembros de su directorio. 

Hoy que nos invade la tristeza, volvemos con la sugerencia que hicimos hace años: es hora de que todos los clubes de tenis piensen en un proyecto de masificación, para que el futuro del deporte blanco ecuatoriano quede asegurado por varios años más, siempre y cuando el Gobierno ponga su aporte con una nueva ley que beneficie a los talentos deportivos ecuatorianos.

José Emilio Ruiz Ortiz