Cartas de lectores: Tejido de nuestra historia

Luchar por tu propia codicia significa el fin de tu existencia pacífica

Hoy se mira con asombro tanta corrupción infiltrada en las estructuras del Estado, crímenes, asaltos, extorsiones, presencia de vacunadores, chantajes, secuestradores, ladrones de corbata, etc. Existe tanta putrefacción en todas las bases; hay una debacle moral en la sociedad. Me pregunto: ¿qué pasó?, ¿cuándo sucedió esto?, ¿por qué? Éramos un país tranquilo. En la actualidad hay una tendencia generalizada a pensar únicamente en términos de utilidades. Qué provecho sacó para mi bolsillo, la necesidad de buscar la comodidad y la satisfacción inmediata; en vez de tener un espíritu de lucha para vencer las dificultades y triunfar a largo plazo. Hay un excesivo egocentrismo. Si todos somos egoístas, nuestros egoísmos siempre se estarán enfrentando. Luchar por tu propia codicia significa el fin de tu existencia pacífica: en el nivel personal provoca una confusión social, y en el nacional, la guerra de poderes. Tal es la lección que nos ofrece la historia. Todo niño nace puro, inocente, sin malicia; lo que es en el futuro es producto de su entorno familiar. Los valores éticos o antivalores que recibe serán el ropaje que ostente en sociedad. La solución tiene que venir desde la familia, base de la sociedad. El adulto que eres hoy es un reflejo de lo que ocurrió en tu infancia. ¡Analicemos!

Sara María Garaicoa