Cartas de lectores: Sueño recurrente
Vayamos del yo al nosotros; todos somos ecuatorianos
Vivimos una época que exige, más que nunca, reconciliación, unidad y esfuerzos armonizados. Es hora de poner fin a nuestras disputas por rebanadas individuales y de dedicar energías a hacer un pastel mayor.
Todavía no logro entender cómo un país pequeño tiene tantos candidatos para una elección presidencial y cada uno cree tener la varita mágica para sacarlo del atolladero. Este abultado número de candidatos solo busca intereses oportunistas y arribistas. La imagen que proyectan, el discurso falso que dan y venden, cada gesto es absorbido por jóvenes vulnerables que quieren tener dinero fácil y rápido, creándoles universos frágiles, llenos de vanidad.
Hay crisis energética, educativa, económica, ambiental, de salud y en el entorno social familiar, y a los políticos y autoridades les vale un atado lo que siente el pueblo. Dejamos de ser solidarios, hemos caído en la deshumanización. La vida y la naturaleza nos están pasando factura. Aún tengo un sueño recurrente: recuperar el control para cimentar una sociedad justa, donde la honestidad, transparencia, amor a la tierra y al país se conviertan en realidades tangibles.
Dejemos de desperdiciar energías combatiéndonos mutuamente; mejor pensemos en términos de hacer un enorme pastel que todos podamos compartir, en lugar de demostrar egoísmo comiéndonos uno pequeño. Vayamos del yo al nosotros; todos somos ecuatorianos.
Sara María Garaicoa Granizo