Cartas de lectores: Hacia la segunda vuelta

Si Noboa no lo hace así le pasaría lo que le pasó a Borja cuando enfrentó a Febres-Cordero

El pragmatismo y el populismo vuelven a enfrentarse. El sentido práctico de las cosas vs. la oferta irresistible del paternalismo a la gente que no tiene ilusiones, pues mientras en la primera las personas saben cómo resolver sus problemas con sacrificios, en la segunda se esperan las soluciones del Estado. Esto es un resumen rápido de qué espera el pueblo. Ocurre, sin embargo, que en ambas propuestas hay dos desafíos que parecen ser difíciles de superar. La inseguridad pública y la tradicional lentitud de las instituciones gubernamentales, desde la más evidente de la administración de justicia hasta la solvencia económica en el gasto público, que incluye las obligaciones de la seguridad social. La seguridad es de rápido despliegue, igual que las instituciones republicanas. Todo se hace con voluntad política y con instinto de servicio público. El pragmatismo del Sr. Noboa lo ha convencido de que su falta de vocación por la retórica se puede superar con sus iniciativas de audacia y astucia, que no sirven en una campaña electoral. El populismo de la Sra. González, asimismo, se demuestra como afín a la estrategia del Sr. Correa y compañía. Es la conexión que se hace a su método y objetivos con el Sr. Correa lo que incomoda a la gente que conoce su prontuario, no su hoja de vida. Todo esto incide en que el resultado de la elección se haya dado con incidentes que se explican por los métodos del juego sucio que se usan en la contienda. Uno es el fraude y el otro la vejación inmisericorde a los candidatos. Con el fraude se entiende cómo se alteraron los resultados en la Costa para González; se siguió el guion con exactitud para esta candidata, algo que esperaba el autor de esta táctica venezolana: del 51,12 % al 44 % para Noboa y del 32 % al 44 % para González, en minutos y sin apagones. Ante ello hubo descuido de Noboa, censurable porque bajo el prisma de su seguridad interna suponía que no podía pasar lo que pasó. Allí tiene mucho que ver el CNE, cuya titular aparece como ‘imparcial’. Ahora Noboa para ganar debe ser más audaz y ejercer un control directo de los orígenes de este fraude, mientras reforma profundamente su táctica electoral. Hablar y hablar aunque cueste hacerlo y tocar el sentimiento de las personas bajo la amenaza de lo que pasa en Venezuela, país en donde está la capilla del correísmo. Si Noboa no lo hace así le pasaría lo que le pasó a Borja cuando enfrentó a Febres-Cordero. Por su parte, González tiene que seguir siendo muy obediente.

Francisco Bayancela