Cartas de lectores: El sector energético está en crisis

Los responsables del manejo energético callaron por error u omisión; ello no puede quedar impune

El estiaje en la vertiente oriental de la cordillera de los Andes no permite que las centrales hidroeléctricas cubran las demandas del sistema, sobre todo cuando el parque termoeléctrico se encuentra en su mayor parte inutilizado por falta de mantenimiento, lo cual es imputable a quienes han tenido la responsabilidad del manejo energético desde hace muchos años. El país ha entrado en un plan de racionamiento de energía que golpea duramente la economía al afectar al comercio, industria y a los ciudadanos en general, deteriorada por razones de tipo político; quienes nos gobernaron no supieron manejar nuestros recursos económicos en época de bonanza y menos establecer una estructura de aprovechamiento hídrico que prevalezca en el tiempo, complementada con mecanismos disponibles para minimizar los efectos en épocas en que el recurso es deficitario por causas naturales, como la actual. Es paradójico que la actual emergencia ocurra cuando entidades internacionales que monitorean el clima, como la NOAA, con las que coincide la Organización Meteorológica Mundial, establecen que el fenómeno de El Niño terminó, contribuyendo a que tuviéramos las más altas temperaturas registradas en lo últimos meses, sin las grandes intensidades de lluvia que caracterizan a eventos de esta naturaleza. Es sorpresivo e inaudito que el embalse Mazar, pulmón del denominado Proyecto Hidroeléctrico Paute-Mazar-Sopladora, prácticamente esté seco, sin una alerta que debió darse con muchos días de anticipación. El control, aprovechamiento y manejo del recurso hídrico a partir de un embalse eminentemente hidroeléctrico, establece para su operación políticas muy rigurosas, dependiendo de condiciones hídricas máximas, medias o mínimas, que prevalecen en los años de operación. Las condiciones mínimas de escurrimiento, que ocurren normalmente en la época de estiaje, merece la mayor preocupación por la responsabilidad de cumplir con una demanda las 24 horas del día. Pero los responsables del manejo energético callaron por error u omisión; ello no puede quedar impune, habrá que llegar hasta las últimas consecuencias. Frente al estiaje y la grave emergencia se hace necesario un manejo de crisis orientada a superar las consecuencias, redireccionar el manejo hidroenergético privilegiando un trabajo eminentemente técnico del sistema de generación, transmisión y entrega de la energía, lo cual conlleva una reorganización a nivel nacional del sector elêctrico.

Jacinto Rivero Solórzano