La provincia de Santa Elena, por sus encantos naturales, desde tiempos memorables se apunta como destino preferido de los turistas nacionales y extranjeros que buscan en sus rincones marinos-campestres ambientes de ‘relax’.

El contraste maravilloso de la playa y el campo se conjugan en un punto de preferencia que es parte de una agenda para visitar en temporadas altas y bajas.

El último día feriado del Viernes Santo, fin de temporada, se evidenció un gran flujo de turistas que cubrió toda expectativa. Allí el turismo religioso se delata en tradicionales procesiones que se realizan durante la Semana Mayor en la capital provincial y otras localidades de la península.

Además están sus variadas iglesias de estilos arquitectónicos únicos, destacándose las de Santa Elena, La Libertad, Salinas, Colonche, Palmar, Olón, La Entrada y Atravesado.

Es necesario que los entes provinciales y municipales se dediquen más a promover y adecentar los espacios turísticos visitados por los viajeros. Hoy hay que promover los senderos ecológicos, visita a museos, rincones de parajes con historia, gastronomía y artesanías.

Una de las fortalezas de Santa Elena es tener una industria sin chimenea. Es necesario mantener un flujo de visitantes en temporadas altas y bajas, con eventos relevantes que motiven nuevas visitas.

Evelio Patricio Reyes Tipán