Cartas de lectores | Revisión de contratos en el hospital Andrade Marín
No me llaman la atención estas irregularidades, lo que me preocupa es que no son de ahora
Diario Expreso ha publicado algunos artículos referentes a las adquisiciones millonarias en el Hospital Andrade Marín del IESS, concedidas sin puja, cuyo propósito es obtener cada vez precios más bajos, por cuanto hubo un solo oferente calificado por comisiones integradas por funcionarios del HCAM. El monto asciende a 236,2 millones de dólares en compras entre el 2016 y 2024, el 61 % sin competencia, porque se adjudicaron únicamente a uno dos oferentes. Pero no me llaman la atención estas irregularidades, lo que me preocupa es que no son de ahora, se vienen dando por años y las autoridades no toman acciones para combatir estas mafias. ¿Qué hace el directorio, qué hacen los delegados de los afiliados y de los empleadores al ver que se desangra el IESS, con serio riesgo de quiebra por estos robos? Ahora proponen una Comisión de Auditoría, otra comisión más de tantas otras, con lo que pretenden cubrir la negligencia y tender una cortina de humo para que nos olvidemos del problema de las adquisiciones hasta que se denuncie un nuevo problema, que ojalá no sea la quiebra del IESS. Existe la Auditoría Interna del IESS, conformada por profesionales capaces y honestos, independiente de la administración del IESS porque depende de la Contraloría General del Estado, que evalúa el sistema de control interno implantado y hace verificaciones puntuales. Es esta unidad administrativa a la que se debe encargar que mediante exámenes especiales evalúe los procesos de contratación de medicamentos, compra de equipos y contratación de servicios, y no divagar en la creación de otras instancias de evaluación, con costos elevados y sin la garantía de obtener resultados eficientes. Incluso, con algunos ajustes a las funciones de esta unidad, los auditores internos deberían participar en las comisiones que se encargan de estos procesos, para que vigilen que se cumpla con lo estipulado en la Ley de Contratación Pública y se termine con el atraco a los fondos de los afiliados y jubilados, que se mueren por no disponer de los medicamentos indispensables.
C. Wellington Ríos Villafuerte