Cartas de lectores | Quito, ciudad sin gobernanza
Es hora de actuar con gobernanza, creando municipios que se puedan controlar directamente por la gente que vive en distritos
Los proverbios populares están basados en las experiencias adquiridas en el diario vivir de los pueblos. “Quien mucho abarca poco aprieta”, calza como anillo al dedo para la actual administración de Quito. Con una vasta extensión de 4.218 km2. para atender a cerca de tres millones de habitantes, dan como resultado la falta de objetivos que propongan el desarrollo económico, social, político e institucional para obtener un sano equilibrio de actividades. Encontramos una fuerza policial municipal que no controla el crecimiento de la delincuencia en el transporte público, de la propiedad, de la higiene con las crecientes ventas ambulantes de alimentos, donde delincuentes se mezclan en los tumultos. La falta de planificación para el mantenimiento de parques, hoy en día tomados por los habitantes de calle, quienes han desplazado a las juventudes que ahí hacían deporte y eran sitios de distracción para adultos. El transporte público, que sigue manteniendo sus unidades sin un cronograma de limpieza y mantenimiento, compitiendo entre ellos para recoger más pasajeros, fuera de las paradas y en media vía, con los inminentes peligros que esto acarrea, a más de alardear al resto de vehículos de las otras vías paralelas. Hasta el momento no se han planificado las nuevas rutas que además de servir en su recorrido alimentarían el uso del Metro, con el fin de disminuir organizadamente el flujo del tráfico. En cuanto a viabilidad, no se conocen estudios que intercambiarían la movilización entre los valles y la ciudad, y existen barrios en pleno abandono, como el Centro, La Mariscal y otros en los límites de la ciudad. Con respecto al Metro, se retrasó la inauguración del servicio, sin embargo hoy el mantenimiento deja mucho que desear: vagones con fallas, rieles trizadas y con aumento de personal para enseñar a manejar las puertas manualmente, lo que disminuye tiempo, sincronización y seguridad.
Es hora de actuar con gobernanza, creando municipios que se puedan controlar directamente por la gente que vive en esos distritos, que conoce y palpa las necesidades de su comunidad, que está familiarizada con la geografía, vías que ayudarán a su movimiento, escuelas que necesitan seguridad a la entrada y salida de los estudiantes, creación de nuevas calles y rutas ,y una policía municipal local que pueda manejar los excesos que podrían presentarse. Solo aquellos que viven en su distrito pueden conocer y resolver directamente sus necesidades.
Julio César Palacio Barberán